COLECCIÓN: Imagen
Nº 2
Nº
PÁGINAS: 12
FORMATO: 21
x 29,7 cm .
PRECIO: 4’81
euros
SIPNOSIS:
En el último siglo, la memoria de pueblos y familias se atesora en fotografías. Sueños de papel y recuerdos en color sepia se amontonan en los rincones perdidos de cámaras o cajones, para delicia de los jóvenes y satisfacción de los mayores. Retazos entrañables de los gozosos instantes de toda una vida.
En el último siglo, la memoria de pueblos y familias se atesora en fotografías. Sueños de papel y recuerdos en color sepia se amontonan en los rincones perdidos de cámaras o cajones, para delicia de los jóvenes y satisfacción de los mayores. Retazos entrañables de los gozosos instantes de toda una vida.
En la cultura de la imagen en la cual nos
hallamos inmersos, consideramos que nada mejor, más popular, cercano y
expresivo de nuestro pasado reciente que la fotografía para hacernos una idea
acerca del paisaje y el paisanaje del Puertollano de las anteriores
generaciones. Mediante este soporte gráfico, con el que todos estamos
familiarizados, se abre una ventana a otros tiempos, a otros mundos que
tuvieron lugar no hace tantos años, a nuestros seres queridos y al entorno
urbano de nuestra infancia o la de nuestros padres y abuelos. En definitiva se
trata de instantáneas que reflejan fielmente la evolución en las formas de vida
y el tránsito por el tiempo de las personas, las calles y hasta los edificios
con quienes nos unen tantos lazos de afecto.
La presente selección rescata algunas
escenas íntimas de la vida cotidiana de nuestros antepasados en la primera
mitad del siglo XX. De este modo se plasman en blanco y negro los momentos
domésticos o públicos, festivos o diarios, que pasan ante nuestros ojos
expectantes del siglo XXI. Hombres y mujeres, campesinos y mineros, niños y
adultos, captados mientras laboran o disfrutan de un merecido descanso,
desfilan en un carrusel de imágenes que nos hablan de duelos y quebrantos, de
esfuerzos y esperanzas, de alegrías y penas.
Disfrutemos todos de los retazos de un
tiempo que puede parecernos nunca fue, pero que todavía sobrevive en la retina
de nuestros ancianos, arrancando del olvido unas imágenes para la historia.
Nuestra historia.
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